Veamos cómo se hace el vino tinto, paso a paso, desde las uvas hasta la copa. Sorprendentemente, no cambió mucho desde que se empezó a hacer vino hace 8.000 años.
La elaboración del vino tinto se diferencia de la elaboración del vino blanco en un aspecto importante: el jugo se fermenta con la piel de la uva para teñirlo de rojo.
Por supuesto, hay más en la elaboración del vino tinto que el color. Aprender sobre el proceso revela secretos sobre la calidad y el sabor que mejorarán tu paladar. Entonces, repasemos cada uno de los pasos de cómo se hace el vino tinto desde las uvas hasta el vaso.
- Paso 1: Cosechar las uvas de vino tinto
- Paso 2: Preparar las uvas para la fermentación
- Paso 3: La levadura inicia la fermentación del vino
- Paso 4: Fermentación alcohólica
- Paso 5: Presionar el vino
- Paso 6: Fermentación maloláctica también conocida como «segunda fermentación»
- Paso 7: Añejado
- Paso 8: Mezclas o blends
- Paso 9: Clarificación del vino
- Paso 10: Embotellado y etiquetado
- Paso 11: Crianza en botella
Paso 1: cosecha de uvas de vino tinto
El vino tinto se elabora con uvas de vino negras (también conocidas como moradas). De hecho, todo el color que ves en una copa de vino tinto proviene de la antocianina (pigmento rojo) que se encuentra en la piel de las uvas negras.
Durante la vendimia, lo más importante es recoger las uvas en su perfecta madurez. Es fundamental porque las uvas no continúan madurando después de haber sido recolectadas.
- Las uvas recolectadas demasiado temprano pueden dar como resultado vinos ácidos y de sabor ligero.
- Las uvas recolectadas demasiado tarde pueden dar como resultado vinos con un sabor demasiado maduro y fofo.
- Para la mayoría, la época de la vendimia es la época más crítica (y muy tensa) del año.
Paso 2: preparar las uvas para la fermentación
Paso 3: la levadura inicia la fermentación del vino
- La fermentación espontánea utiliza levadura que se encuentra naturalmente en las uvas
- Las levaduras comerciales permiten producir vinos muy consistentes año tras año.
- Las levaduras naturales son más desafiantes pero a menudo dan como resultado compuestos aromáticos más complejos.
Paso 4: Fermentación alcohólica
Paso 5: Se presiona el vino
La mayoría de los vinos tardan de 5 a 21 días en fermentar el azúcar en alcohol. ¡Algunos ejemplos raros, como Vin Santo y Amarone, tardan entre 50 días y hasta 4 años en fermentar por completo!
Después de la fermentación, los viticultores drenan el vino que fluye libremente del tanque y colocan las pieles restantes en una prensa de vino. ¡Presionar las pieles puede dar un 15% más de vino!
Paso 6: Fermentación maloláctica (también conocida como «segunda fermentación»)
Paso 7: Añejado
Los vinos tintos se añejan en una variedad de recipientes de almacenamiento que incluyen barriles de madera, concreto, vidrio, arcilla y tanques de acero inoxidable. Cada recipiente afecta el vino de manera diferente a medida que envejece.
Los barriles de madera son los que más afectan al vino. Por ejemplo, la madera de roble aromatiza el vino con compuestos naturales que huelen a vainilla.
Los tanques de arcilla y hormigón sin revestimiento tienen un efecto suavizante en el vino al reducir la acidez.
Por supuesto, lo que más afecta los sabores del vino tinto es el tiempo. Cuanto más tiempo reposa un vino, más reacciones químicas ocurren dentro del líquido mismo. Algunos describen los vinos tintos como más suaves y con más sabor a nuez con la edad.
Paso 8: Combinación de vinos
Ahora que el vino está bueno y reposado, es hora de hacer la mezcla final. Se mezclan variedades de uva juntas, o diferentes barriles de la misma uva para hacer un vino terminado.
Mezclar vino o «blend» en inglés, es un desafío porque hay que usar el sentido de la textura en tu paladar en lugar de tu nariz.
¡La tradición de los blends creó las muchas mezclas de vinos famosas del mundo!
Paso 9: clarificación del vino
La clarificación es agregar al vino una sustancia que lleva al fondo todas esas cosas que se quedaron flotando durante el proceso de elaboración y que pueden causar alteraciones de difícil reparación, como acidez.
Algunos agentes clarificantes pueden ser la caseína o las claras de huevo, pero hay un grupo creciente de enólogos que usan arcilla de bentonita porque es vegana.
Luego, el vino pasa por un filtro para su saneamiento. Esto es importante porque reduce la probabilidad de bacterias.
Por supuesto, hay quienes deciden no refinar ni filtrar porque creen que les quita textura y calidad. Si eso es cierto o no, es algo que cada uno debe decidir.
Paso 10: embotellado
Ahora, es el momento de embotellar nuestro vino. Es muy importante realizar este paso con la menor exposición posible al oxígeno. A menudo se añade una pequeña cantidad de dióxido de azufre para ayudar a conservar el vino.
Por último, algunos especiales continúan envejeciendo las botellas de vino en la bodega durante años. De hecho, si buscas diferentes tipos de vinos tintos (como Rioja o Brunello di Montalcino) descubrirás que este paso se considera fundamental para los embotellados de reserva.
Entonces, la próxima vez que abras una botella, ¡tratá de averiguar cuánto se añejó!
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